Mi historial rugbystico arranca a los 4 años de vida en el Club Universitario de Santa Fe, donde descubrí aprendizajes y mis mejores amistades.
A los 18 años, por cuestiones personales me mudo a la ciudad de Córdoba con el FEDE. Allí jugamos en el club Universitario de Córdoba. El FEDE es el primero en llegar a 1ª división, luego llega la hora de mi debut, la cual fue corta por un adversidad en el hombro derecho.
Después de 4 años del rugby agresivo Cordobés, vuelvo a Santa fe para dedicarme de lleno al club de mis sueños, al tan glorioso y místico Universitario de Santa Fe. Es aquí donde pase unos años maravillosos. El hecho de jugar en primera división con mi hermano y defender la camiseta negra con mis mejores amigos en la cancha, me llenaron el alma.
A los 18 años, por cuestiones personales me mudo a la ciudad de Córdoba con el FEDE. Allí jugamos en el club Universitario de Córdoba. El FEDE es el primero en llegar a 1ª división, luego llega la hora de mi debut, la cual fue corta por un adversidad en el hombro derecho.
Después de 4 años del rugby agresivo Cordobés, vuelvo a Santa fe para dedicarme de lleno al club de mis sueños, al tan glorioso y místico Universitario de Santa Fe. Es aquí donde pase unos años maravillosos. El hecho de jugar en primera división con mi hermano y defender la camiseta negra con mis mejores amigos en la cancha, me llenaron el alma.
Ya con varios sueños cumplidos decido a mis 26 años enfrentar una nueva experiencia. Jugar al rugby en el exterior.
Acá empieza una nueva aventura.
Viajo a Madrid (España) para realizar una prueba en el club CRC Madrid, la cual supero y me ofrecen quedarme. Pero, en busca de más, luego de 3 meses, viajo a Padova (Italia) a un equipo de serie B, allí solo estuve 1 mes y me di cuenta que podía un poco más. En enero me ofrecen de una escuadra de Serie A1 en Benevento, una ciudad cerca de Napoli, club en el cual continúo jugando hasta el día de hoy.
Apenas llego en dos semanas tramito mi ciudadanía y pasaporte Italiano, uno de los mejores logros de mi vida.
Yo junto a otros argentinos, un francés, dos Neocelandés y un escocés formamos el grupo de extranjeros y convertimos nuestro hobbie del rugby en un medio de vida.
Los lunes por la mañana vamos a la piscina para recuperación, los otros días entrenamos doble turno, 45 min. a la mañana (velocidad, gimnasio y destreza entre otras cosas). Por la tarde hacemos 2 horas todo el equipo entrenamientos de campo.
Si bien conocí mucha gente en toda esta odisea, puedo destacar dos grandes amigos, los cuales me ayudaron mucho y pasamos momentos muy lindos.
Uno de ellos es un Samoano de 28 anos que vivía conmigo en Madrid, excelente persona, llena de bondad, alcohol y agresividad a la hora de jugar al rugby, un fenómeno.
El otro es un portugués, medio-scrum de Portugal 15 y seven. Medico recibido de 26 años que jugo conmigo en Madrid y luego se vino a TOP TEN en Italia.
Día a día trato de mejorar los idiomas, se aprenden cosas nuevas. Cambiamos culturas, comidas, modos de vida e historias.
En los tiempos libres armamos viajes de turismo a diferentes lugares.
Es así como el rugby aun no me deja de sorprender y es así que este sueño inimaginable lleno de sacrifico se fue haciendo realidad.
Cani
GRACIAS CANI POR TODO....
UN ABRAZO GRANDE
EL CLUB
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